La bombilla más ecológica del mercado no es tan limpia
miércoles, enero 30, 2008 | Author: MejorSinMercurio
Las lámparas de bajo consumo ahorran dinero y energía, pero contienen una gran cantidad de mercurio, por lo que es necesario depositarlas en un punto limpio para su posterior reciclaje.

Desde que Thomas Edison inventó la bombilla eléctrica incandescente en 1879, el mercado de la iluminación ha evolucionado de forma continuada hasta llegar al amplio catálogo de lámparas actuales, que cada vez consumen menos y duran más. No obstante, es recomendable escoger bien qué bombilla se compra para no asustarse con la factura ni contribuir a la degradación del medio ambiente.

El gasto en iluminación representa cerca del 15% del consumo total de electricidad de cada casa. Prestar atención al etiquetado ayuda a elegir una bombilla duradera y económica. Pero hay otros aspectos a tener en cuenta: por ejemplo, saber dónde debe depositarse la lámpara fundida.

La bombilla de bajo consumo o lámpara fluorescente compacta contiene mercurio y metales pesados, elementos tóxicos que requieren un tratamiento especial, por lo que deben depositarse en un punto limpio, nunca con el resto de basura.

Marisa Dotor, física del Instituto de Microelectrónica de Madrid (CSIC) , explica que las bombillas de bajo consumo son lámparas encapsuladas, que en principio no presentan fugas de mercurio, pero advierte de que pueden resultar muy contaminantes cuando caen al suelo o estallan dentro de un contenedor de vidrio.

Reduce emisiones de CO2
Una bombilla de bajo consumo ahorra 20 kilogramos de CO2 al año respecto a otra incandescente. El responsable de Cambio Climático de Greenpeace, José Luis García, afirma que al utilizar las bombillas incandescentes, se paga por calentar, no por iluminar, con lo cual "se despilfarra la energía en forma de calor". Añade que si se cambiaran todas las bombillas incandescentes de la UE por lámparas de bajo consumo, se ahorrarían 20 millones de toneladas de CO2 al año.

No encender las bombillas de bajo consumo, salvo que vayan a mantenerse encendidas durante al menos 20 minutos, es otra forma de ahorro. Primero, porque su mayor consumo se produce al conectar el interruptor. Y también porque su vida se acorta cuando son encendidas y apagadas de manera constante.

También son aconsejables las lámparas de bajo consumo con encendido de tipo electrónico -gastan menos y soportan mejor un mayor número de encendidos-, así como la instalación de detectores de presencia en pasillos y entradas.

El futuro, la luz por LED
Una novedad del mercado es la iluminación por LED, pequeñas luces presentes en faros de coches, semáforos y piscinas climatizadas que utilizan bajo voltaje. Sólo precisan entre el 5% y 10% de la potencia del domicilio, así que el futuro hogar debería disponer de dos instalaciones eléctricas para no derrochar luz ni potencia: una de bajo voltaje para iluminación y otra de alto voltaje para los electrodomésticos. Incluso, se pueden conectar a energía solar o baterías.

TIPOS DE BOMBILLAS
Bombillas de bajo consumo
La bombilla de bajo consumo o lámpara fluorescente compacta gasta un 80% menos de energía que las incandescentes o tradicionales, dura entre ocho y 15 veces más y, aunque su precio es elevado (supera los 10 euros por unidad), resultase económica, por su larga vida. Se pueden ahorrar hasta 200 euros al año. Aunque hay que ser pacientes porque tardan más en encenderse.

Incandescente
Las incandescentes son las más comunes. Emiten luz ligeramente amarillenta y cálida, y poseen un filamento de tungsteno que se ilumina al calentarse a 2.000 ºC. Sin embargo, son las más ineficientes, ya que el 90% de la energía la transforman en calor y sólo el 10%, en luz. Su precio es el más barato, un euro, y duran 1.000 horas.

Halógena
Las halógenas proporcionan más luz (y más blanca) que las incandescentes, con el mismo elevado consumo. Utilizan bajo voltaje (12 voltios) y convierten el alto voltaje de los hogares con un transformador. Tienen la ventaja de durar el doble o el triple: la media es de 3.000 horas. El precio oscila entre los 2,5 y los 6 euros.

Fluorescente
Los tubos fluorescentes requieren un gran consumo de electricidad en el momento de encenderse, por lo que es recomendable que se mantengan encendidas un largo tiempo, y no apagarlas y encenderlas de forma continuada. La media de vida de cada tubo es elevada, unas 8.000 horas, y su precio ronda los cinco euros.

LED
Los LED son pequeños puntos de luz que consumen muy poca energía, un 90% menos que las incandescentes. Son indestructibles y no contaminan, incluso si se rompen. Utilizan bajo voltaje y duran millones de horas, su precio es elevado y, por ahora, sólo se usan en coches, semáforos o piscinas.

Fuente: http://www.publico.es/ciencias/medioambiente/002683/bombilla/ecologica/mercurio
Bombillas de bajo consumo y potenciales problemas para la salud
viernes, enero 25, 2008 | Author: MejorSinMercurio
han estado circulando estos días por varios medios; yo lo he visto hoy ampliamente comentado en el suplemento Crónica de El Mundo Los peligros de la bombilla de ahorro

El resumen es que
"(…) algunos expertos advirtieron a los consumidores que deberán extremar los cuidados a la hora de deshacerse de las bombillas que se hayan fundido o roto para evitar la contaminación con el mercurio venenoso que contienen. La Agencia del Medio Ambiente del Reino Unido reconoció que tanto el comercio como las autoridades tienen que hacer mayores esfuerzos para informar al público de cómo hay que reciclar ese tipo de bombillas(…) Según consejos del Ministerio británico del Medio Ambiente, si se rompe una bombilla de baja energía, hay que evacuar la habitación de personas durante un cuarto de hora como mínimo. (…) Según el toxicólogo David Ray, de la Universidad de Nottingham, citado por la BBC, una bombilla de baja energía tiene entre 6 y 8 miligramos de mercurio, cantidad que es por sí «muy pequeña». El peligro estriba en su acumulación en el cuerpo y especialmente en el cerebro por exposición repetida a ese metal (…)"

En artículo de El Mundo además de todo esto hablaron también con la delegación de Osram en España, uno de los mayores fabricantes de bombillas de bajo consumo (lámparas fluorescentes compactas, CFL) para ver su punto de vista. Aunque dijeron que estaban esperando información más precisa desde la sede central de Alemania, afirmaron que les parecía que los datos no habían sido bien estudiados y que seguramente carecían de validez científica y que eran demasiado alarmistas.

En los últimos años se ha venido oyendo algo similar sobre los termómetros de mercurio de cristal «de toda la vida» y parece que aunque son contaminantes y la Unión Europea va a prohibir su comercialización en base a una nueva directiva (hacia 2010-2011) esto tiene más que ver con su efecto sobre el medio ambiente (desecho indecuado, vertidos) que con el peligro directo e instantáneo hacia las personas.

Se ha calculado que en termómetros médicos se emplean unas 25 ó 30 toneladas de mercurio al año, que de las 300 que consume la Unión Europea (que es poco menos del 10% de la demanda de 3.600 toneladas que hay en todo el mundo). Curiosamente, en cuando a las bombillas de bajo consumo, y aunque contengan algo de mercurio (unos 5 miligramos por bombilla), hay países como Australia donde serán obligatorias a partir de 2010, para reemplazar a las convencionales.

Como explica el toxicólogo de Nottigam, las cantidades de mercurio de las bombillas son demasiado pequeñas como para causar problemas en las situaciones típicas, como cuando –de forma bastante infrecuente– se rompe un termómetro en casa (o una bombilla), de modo que no queda del todo claro que las CFLs sean un peligro tan tremendo como podría deducirse de los titulares que están circulando.

En el sitio de expertos en leyendas urbanas Snopes.com, caracterizado por la calidad de su información ante «alertas de pánico social» como podría ser esta, tratan este tema bajo exactamente la misma idea que en el artículo: «¿Es cierto que cuando se rompen las bombillas de bajo consumo (CFLs) emiten cantidades peligrosas de mercurio para los habitantes de una casa?» Las respuestas que dan a las múltiples afirmaciones son que, si bien es cierto que el mercurio es peligroso, y también que el mercurio contenido en las bombillas realmente escapa al ambiente, es falso que el mercurio de una sola bombilla sea un grave peligro ni tampoco que haya que avisar al servicio de emergencias cuando algo como una simple rotura suceda.
¡Peligro, mercurio!
jueves, enero 10, 2008 | Author: MejorSinMercurio
Se ha desatado una nueva polémica con relación al mercurio y en concreto entorno a los termómetros realizados con este metal.

Francia, desde el pasado mes de febrero (2000), ha prohibido la venta de estos termómetros. En este país se ha tomado esta determinación tras aprobar oficialmente en Diciembre un decreto. Dicho decreto advertía que una larga exposición a este metal puede ocasionar fatiga, debilidad muscular, insomnio y perdida del apetito. En grandes dosis puede provocar temblores en las extremidades, problemas auditivos y renales.

Por todo ello las farmacias francesas ya no pueden vender termómetros de mercurio.
En los hospitales franceses se compraban aproximadamente 5 millones de termómetros al año, la vida media de estos era de un mes. Con mucha frecuencia los termómetros se rompían accidentalmente y era difícil recuperar la totalidad del metal derramado.

En Europa ya son varios los países que han eliminado del mercado estos termómetros, sin embargo en España la Asociación de Fabricantes de Termómetros Clínicos ha minimizado la reciente decisión francesa. ¿Porqué será?

Fuente: http://www.elalmanaque.com/Medicina/Curiosidades/peligro.htm