Debido a que han aparecido muchos comentarios y opiniones que cuestionan las lámparas de bajo consumo por su contenido de mercurio, vemos la necesidad de aclarar este aspecto tan importante.En primer lugar, una Lámpara Fluorescente Compacta (LFC) –lámpara de bajo consumo- ahorra entre un 75% y un 80% (4 a 5 veces) más de energía que una bombita común, y ofrece la misma potencia lumínica.
Si bien es cierto que las LFC tienen mercurio, la cantidad que hay en cada una es de alrededor de 2 miligramos, mil veces menos que un termómetro clínico y cien veces menos que un tubo fluorescente.
Estos datos pueden corroborarse en publicaciones del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). La utilización de lámparas de bajo consumo reduce ampliamente el impacto ambiental por el ahorro de energía que conlleva. La quema de combustibles fósiles que se lleva a cabo para generar energía emite, además de gases de efecto invernadero, mercurio. Es decir que el ahorro de energía implica también menos emisiones de mercurio al medioambiente.
El mercurio es un material peligroso y bioacumulativo en toda la cadena alimenticia, por lo cual es indispensable tomar precauciones. Todo plan de recambio de lámparas incandescentes por las de bajo consumo requiere de la instrumentación de un plan de recolección diferenciada, considerando a estas lámparas como residuos electrónicos.
Existen al respecto innumerables experiencias a nivel mundial que podrían servir como ejemplo.
Todos los análisis de ciclo de vida completo (desde la fabricación hasta la disposición final) demuestran un balance ambiental positivo para las LFC. En Argentina un estudio de este tipo realizado por la Facultad de Ingeniería de la UBA así lo señala también.
Greenpeace reclama la prohibición de la comercialización de lámparas incandescentes para el año 2010, no sólo por razones que hacen a la crisis energética que atraviesa el país. Debemos introducir políticas serias y de largo plazo en materia de eficiencia energética, para disminuir las emisiones de gases que provocan el calentamiento global.
El reemplazo generalizado de las bombitas incandescentes implica poder prescindir de la construcción de varias centrales de energía y así evitar el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero, además de ahorrar recursos naturales no renovables.
Fuente: http://www.greenpeace.org/argentina/prensa-rss/lamparas-de-bajo-consumo-y-mer